El shiatsu tiene como objetivo restablecer la salud del paciente a través de la presión y las movilizaciones en diferentes partes del cuerpo. La característica mas importante del shiatsu es el empleo de la presión aplicada principalmente con los pulgares (aunque también se usan las manos, los nudillos, los codos y las rodillas).
La presión tiene que ser perpendicular y efectuada desde el hara (zona del abdomen alrededor del ombligo) del terapeuta. La perpendicularidad nos permite llegar a las zonas mas internas del cuerpo donde aplicando la presión correcta conseguimos estimularlas y devolverlas a su estado de equilibrio. Además de trabajar sobre zonas amplias, la presión se efectúa sobre los tsubos(puntos que componen un meridiano).Los tsubos tienen una función de diagnostico ya que nos informa de la calidad de la función asociada a ellos, y de tratamiento ya que mediante la presión podemos dispersarlos si estan en exceso o tonificarlos si están en déficit con el objetivo de tratar el área local o directamente las funciones del órgano asociado.
Para conseguir un buen efecto tenemos que integrar el movimiento de nuestro cuerpo y la respiración en la presión, además tendremos que elegir la cualidad de nuestra presión (mantenida, rápida, lenta) dependiendo de la zona o el tsubo a tratar. El empleo de la respiración y el cuerpo nos permite armonizarnos con el paciente y trabajar desde la unidad manteniendo un dialogo con el cuerpo del paciente a través del tacto.
Los efectos más importantes de la presión son:
-Reequilibrio muscular del cuerpo.
-Armonización del sistema nervioso.
-Activar la circulación sanguínea y de líquidos.
-Regular las funciones de los órganos internos.
-Potencia la elasticidad de los músculos y la piel.
-Reequilibrio de la circulación del ki en el cuerpo.
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